Pensamiento Global, Héctor Casanueva
Artículos, entrevistas y monografías del autor y de otros autores, publicados en diferentes diarios y revistas, sobre política, economía, relaciones internacionales, integración europea, integración latinoamericana, relaciones UE-ALC.
miércoles, enero 16, 2013
Héctor
Casanueva
Co-presidente
del Comité Internacional de la I Cumbre Académica CELAC-UE
Director
Ejecutivo del Centro Latinoamericano para las Relaciones con Europa (CELARE)
La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de
los sesenta países de América Latina, Caribe (ALC) y Unión Europea (UE), que
tendrá lugar los días 26 y 27 de enero, ha fijado como tema central las
inversiones de calidad social y ambiental. Será la primera vez que América
latina y el Caribe se presentan ante la UE como un cuerpo político integrado a
través de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), cuya
presidencia ejerce Chile.
El mundo universitario estará presente por
primera vez en este contexto, mediante una Cumbre Académica, en la que
participarán ciento setenta universidades y centros de investigación de la UE y
de ALC, representadas por más de cuatrocientas autoridades, docentes e
investigadores, con el fin de potenciar la cooperación en educación superior,
ciencia, tecnología e innovación. Este objetivo, de ser logrado, tendría
enormes y positivas consecuencias para el mundo universitario de ambas
regiones, en aspectos como movilidad estudiantil y académica, reconocimientos
de títulos y grados, habilitación profesional, certificaciones y
acreditaciones, así como en el desarrollo de la investigación conjunta asociada
a metas de desarrollo en áreas de interés común, como medio ambiente, energía,
cambio climático, alimentación, cohesión social, género, y otras.
La conexión entre estos propósitos de la I
Cumbre Académica con la orientación de las inversiones hacia la calidad social
y ambiental es evidente. El mundo académico, en particular en Europa, está
estrechamente asociado a las empresas ya sea en programas de investigación
conjuntos, o mediante la transferencia de resultados de investigación propia,
que repercuten en la innovación, la productividad y la competitividad de la
economía en su conjunto.
Esta parece ser una oportunidad para que ambos
mundos estrechen su relación en una dimensión bi-regional, de manera que la
academia aporte al sector productivo de ambos lados las bases de I+D y la formación
profesional que requiere esta nueva orientación de las inversiones, para sean
efectivamente sustentables social y ambientalmente.
Los siete Programas Marco de CyT realizados
hasta ahora por la UE -una parte de ellos se han extendido hacia ALC- han
provisto de importantes recursos a los centros de investigación de las
universidades para impulsar el desarrollo científico-tecnológico y la
innovación. A partir de 2014, la UE concentrará estos esfuerzos en su programa
Horizonte 2020, orientado a crecer en competitividad y fomento del empleo,
aumentando en 46% el presupuesto para este fin. Una clara señal contracíclica
en medio de la crisis.