viernes, febrero 23, 2007

LA GIRA DE BUSH COMO OPORTUNIDAD

LA GIRA DE BUSH COMO OPORTUNIDAD
Héctor Casanueva
Vicerrector Académico de la Universidad Miguel de Cervantes
Director de CELARE y ex embajador de Chile

La gira del presidente Bush por cinco países latinoamericanos simbolizará, según el Departamento de Estado, lo que será un año de “interacción” con el área. El trasfondo de esta nueva ofensiva está obviamente en el cambio del mapa político regional y en el futuro de Cuba. El viaje se producirá, además, días después de la cumbre del Grupo de Río y a semanas de la conferencia sudamericana sobre energía en Venezuela. Según el vicepresidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, si bien el entorno geopolítico no es favorable para revigorizar la relación, este nuevo acercamiento puede servirle a Estados Unidos para recobrar protagonismo en la región, y por nuestra parte representa una oportunidad que no deberíamos perder. Es una posición interesante, pragmática, que a mi juicio apunta en la dirección correcta, para mutuo beneficio, considerando que Estados Unidos ha invertido 350.000 millones de dólares en AL y que sigue abierta la posibilidad de llegar a una zona de libre comercio “casi” hemisférica por la vía de los TLC con la mayoría de los países. Hay que tener en cuenta que en el 2006 los intercambios comerciales entre la región y Estados Unidos ascendieron a 555.000 millones de dólares, un crecimiento promedio del 14,3%. México es el primer socio, Chile el que más crece, la CAN aumentó un 17% y el MERCOSUR, Venezuela incluida, casi un 13%. Según la Asociación de Cámaras de Comercio Estadounidense en Latinoamérica, las inversiones norteamericanas generan empleos -350.000 en Brasil- y hay programas de cooperación muy interesantes en varios países, que nada tienen que ver con ideologías. Por ejemplo en Uruguay, donde según Shapiro la empresa Microsoft coopera para capacitar a 41.000 maestros.

En esta gira asociarse más estrechamente con Brasil, asegurar los lazos con los “países amigos” y dar una potente señal política a Colombia y México, antiguos socios de Venezuela en el Grupo de los Tres, sería un éxito para Bush, que atenuaría en parte la negativa valoración de su política exterior.

¿Cuáles serían las condiciones para que este acercamiento tuviera efectos positivos? El gobierno norteamericano debe demostrar que no se trata sólo de un movimiento táctico, pasar de la retórica –el subsecretario Shapiro habla de una “agenda común para impulsar la libertad, la prosperidad y la justicia social”- a los hechos, y consensuar con la región un programa de largo plazo de entendimiento político, económico y de cooperación, como ya existe desde 1999 entre América Latina y la UE. A diferencia del viejo continente, Estados Unidos ha preferido en la práctica el diálogo bilateral o esquemas asimétricos, ignorando nuestros organismos de integración, y en especial al Grupo de Río como potencial interlocutor político. No parece que continuar esta estrategia sea su mejor camino, aunque naturalmente se vea tentado a ello debido a la emergencia de gobiernos inamistosos. Una lectura adecuada del momento que atraviesa AL indicaría que debe hacer lo contrario: buscar un entendimiento básico con toda la región, respetando su diversidad y las distintas velocidades de inserción internacional, institucionalizar el diálogo respetando las preferencias latinoamericanas y acordar una agenda común de largo plazo. El Grupo de Río puede ser sin dudas nuestro instrumento, y de paso este grupo, que busca su destino en un contexto distinto al que le vio nacer, justificaría aún más su existencia al sumar a su actual interlocución con Europa similar cometido con la primera potencia mundial.

¿Cuáles serían los beneficios para América Latina? Aparte de que una mejor interlocución es de por sí beneficiosa, si la región juega bien sus cartas puede hacer, en lo político, sinergia trilateral con Europa y Estados Unidos en la relación con el Asia y en los temas de gobernabilidad global; y en lo económico mejorar las condiciones de negociación del dormido ALCA para abrir el mercado norteamericano en un esquema realista en el que quepan desde Venezuela hasta Chile. Se necesita de ambos lados imaginación y voluntad política, pero también saber leer prospectivamente y aprovechar las oportunidades que brinda la coyuntura.

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1 Comments:

At 10:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

Interesting to know.

 

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