domingo, mayo 27, 2007

HÉROES DE LA INTEGRACIÓN

HÉROES
Héctor Casanueva*

En la perspectiva del bicentenario, la televisión chilena ha emprendido una tarea de rescate humanizador de los héroes de la independencia y de la construcción de la República. En buena hora. Nos alienta a reflexionar sobre el sentido de la misión que asumieron, y nos hace recordar también a los héroes de los otros países americanos, del Atlántico y el Pacífico, que al mismo tiempo que los nuestros, incluso en complicidad con los nuestros, tomaban la responsabilidad de luchar política y militarmente por la libertad de las colonias.

Todos ellos habían recibido las influencias de la Ilustración y asimilado conceptos revolucionarios como la democracia, la igualdad, la solidaridad. Algunos, como Miranda y Ohiggins, se conocieron en Europa, y otros, como San Martín y Carrera, sirvieron primero militarmente, con honores, a las potencias hegemónicas contra las que luego se rebelaron, mientras en América del Sur el contrabando de ideas de libertad poblaba las conciencias de criollos como Artigas, Sucre, Rodríguez.

Rasgos esenciales de esta lucha fueron su simultaneidad en todas las latitudes de nuestro continente, y la visión integradora con que fue acometida. Entre 1804 y 1821, diecinueve Repúblicas conquistaron su libertad. Se trataba de la independencia de América, no sólo de Argentina, Chile, Perú o Venezuela. Y de la creación de una gran federación o confederación de Repúblicas poderosa, para posicionarse en el nuevo mundo que emergía. Bolívar convocó, sin éxito, al Congreso Anfictiónico de Panamá, Ohiggins empeñó su hacienda y su mando en la escuadra libertadora del Perú, sabiendo que, como lo dijo, “de esas cuatro tablas dependen los destinos de América”. Artigas enviaba sus corsarios a Venezuela, San Martín liberaba el Perú y Carrera gritaba, al ser fusilado: “muero por la libertad de América”. La independencia y la integración, esas fueron las dos tareas emprendidas a la vez. Consiguieron la primera, y aún está pendiente la segunda.

Sabemos que en su momento estos precursores se vieron envueltos en la vorágine de las pasiones humanas, las intrigas, rivalidades y traiciones, que se exacerban en circunstancias extraordinarias como las que les correspondió vivir. Pero la vocación humanista que los inspiraba les permitió sobreponerse, vencer la inmediatez, trascenderla y hacer historia. En eso radica su heroísmo, en haber superado sus propias limitaciones y entregado a la obra a la que se sentían llamados. Los valores que sustentaron su lucha, incluso desde distintas posiciones y caminos: la libertad, la democracia, el Estado de Derecho, la función pública, la política al servicio de los ciudadanos, siguen siendo hasta hoy la única base sobre la que es posible construir sociedades estables, prósperas e integradas. No siempre quienes les alentaron inicialmente, les siguieron después en la construcción de las repúblicas. Les apoyaron para conquistar la libertad, pero no para consolidarla, y ninguno escapó a su destino. Prácticamente todos –Artigas, San Martín, Carrera, O’Higgins, Bolívar, Miranda- soportaron el dolor del destierro y la muerte lejos de su patria.

Con su alejamiento y su muerte, se perdió en nuestra América el pensamiento estratégico que les hizo luchar por la causa de la integración. Visualizaban el peligro de tener Estados separados y hasta enfrentados, en lugar de posicionarse con fuerza conjuntamente en el nuevo escenario de hegemonías que se iba configurando, con una nueva potencia emergente al norte del continente, y el dominio europeo del comercio y la industria.

La integración, que fuera el sueño de estos ciudadanos americanos, es una deuda que las generaciones posteriores tenemos con ellos, con nosotros mismos y con nuestros hijos, que nos hemos demorado mucho en saldar. Ellos supieron encontrar para sus ideales respuestas adecuadas a su época, pero que requerían una continuidad interrumpida con su desaparición. Pero nos siguen convocando a ser capaces de encontrar también nosotros las respuestas adecuadas al Siglo XXI para completar la obra que iniciaron.

* Vicerrector Académico de la Universidad Miguel de Cervantes. Ex embajador de Chile ante la Asociación Latinoamericana de Integración.